Una palabra sobre la identidad profesional del ¿profesor?, ¿director?, ¿animador?... ¿Cómo denominarle? En cualquier caso, no cabe duda de que necesita poseer una capacitación profesional en cierto modo anómala con relación a nuestro marco docente. Junto a una indispensable experiencia en psicología profunda, dinámica de grupos, pedagogía, psicomotricidad, etc., ha de conocer técnica de expresión corporal y oral, tener nociones claras de puesta en escena y de dramaturgia, y estar dotado de cierta sensibilidad musical y plástica. Su concepción teatral debe además estar abierta a las nuevas teorías y prácticas escénicas, desde el "happening" hasta el teatro ritual, pasando por la animación festiva, los títeres y marionetas y el teatro de agitación. Una formación profesional con estas características, evidentemente, no se improvisa.
José Sanchis Sinisterra: La escena sin límites. Ed. Ñaque, 2002
Teatro romano de Mérida. Corral de Comedias de Almagro. Teatro María Guerrero de Madrid. Sala Pradillo
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