Este ejercicio es individual y consiste en hacer una autopresentación teatral que no puede durar más de tres minutos. Se trata de un primer ejercicio que permite conocer las características de los alumnos y cómo se desenvuelven ante los demás.
El alumno debe cuidar todos los detalles: vestuario que le defina, un objeto que tenga que ver con él, la postura que va a adoptar, el movimiento, el tono de voz y, por supuesto, el contenido de su intervención.
El proceso del ejercicio es:
1) Preparación: El alumno elige una idea sobre él mismo que quiere transmitir a los demás. A partir de esa idea prepara lo que quiere decir de forma ordenada y coherente. Cuando ya lo tiene claro, elige un objeto que tenga que ver con su intervención y prepara su pequeña puesta en escena (vestuario, sentado o de pie, moviéndose por el espacio...)
2) Presencia: En clase el día fijado irán pasando uno por uno los alumnos. Los demás deben fijarse en aspectos que les llamen la atención. Para esta fase los alumnos deben estar preparados y no dudar a la hora de iniciar el ejercicio. Conviene no hacer más de seis presencias en una sesión de clase.
3) Comentario: Tras las presencias de una sesión hacemos una ronda de comentarios sobre aspectos que hayan llamado la atención.
Aunque es un primer ejercicio, hay que intentar ser cuidadoso con cada detalle, incluidos los comentarios. Una parte del trabajo del actor es la observación y se puede aprender mucho de los demás.
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